La Escanda

Gastronomía de Asturias
Cocina de Paisaje
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Desde la época de los astures, se cultiva en Asturias este preciado cereal, que fue durante muchos años sustento alimenticio y uno de los principales cereales panificables en Asturias hasta el siglo XX. La variedad más común en la región es el Triticum Espelta, un trigo salvaje que se da en invierno en terrenos que se hayan en una altitud entre los 400 y 600 metros, y cuyo cultivo se remonta a miles de años antes de Cristo.

La siembra se realiza en los meses de noviembre y diciembre, y es en el mes de agosto cuando se lleva a cabo la recolección de las espigas, después del desgranado, donde se separa el grano de las “poxa” o cáscara. Se almacena en hórreos hasta su paso por el molino, momento en el que se obtiene una harina fina, esponjosa, de tono tostado y poco denso.

La Escanda de Asturias vive en la actualidad su máximo esplendor gracias a las nuevas formas de consumo, que buscan un producción ecológica y de calidad. No en vano, este cereal mantiene intactos sus orígenes, sabores y nutrientes. Su alto valor nutricional, le confiere además unas especiales características saludables.

Pastas, pasteles, tortas, bollos preñaos, pasta,... Pero es quizás en forma de pan como más habitualmente se presenta. Pan que una vez cocido adquiere unos matices característicos, con una corteza lisa, blanda y fina, un color anaranjado tostado y un aspecto al corte de textura esponjosa, capaz de mantenerse durante días sin perder su frescura. Su sabor y aroma también son muy peculiares, con un ligero sabor a nuez.

La Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) “Escanda Asturiana” o “Escanda d Asturies”, ampara el cereal del género Triticum cultivado en Asturias, está formado por granos alargados de gran tamaño envueltos en una vaina (gluma), que es desprendida de la trilla con la ayuda de molinos especiales, lo que le confiere unas características únicas y especiales en su germinación.